martes, 11 de septiembre de 2012

Despedida

Al igual que en las películas románticas, la despedida del Camino de Santiago, debía ser especial.
Debía ser entre las 23.00 y las 23.30, una hora rara para nosotros en todo este camino, a que sobre las 22.00 ya estábamos durmiendo; El lugar, la Plaza del Obradoiro; la banda sonora la ponían un grupo de unos 50 portugueses cantando canciones de la tuna frente al edificio de la Presidencia de la Xunta, en la misma plaza; la escena, personas sin ninguna relación previa, unidos por el Camino; personas que nunca antes se encontrarían o tendrían nada en común, en este instante se necesitaban mutuamente, personas que se despedían, sabiendo que quizás la vida nunca les volvería a encontrar. Y justo en este momento, Galicia, nos ofrece por primera y única vez, algo que nos había negado durante tanto tiempo, la lluvia. Casi como una escena teatral, sin público presente, sólo la pétrea fachada de la Catedral y una tenue luz que la ilumina, la lluvia hace acto de presencia, en el momento en el que los sentimientos afloran, Galicia llora nuestra partida, el Camino se acaba.

No debe haber forma más triste y más bella de terminar un camino, y empezar otro.

1 comentario:

  1. como bien nos dijeron, quizas esta despedida sea el comienzo de otro futuro camino... yo asi lo creo...

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